Saltar al contenido
Toque de Mujer

Artritis reumatoide juvenil

AbleStock.com/ThinkstockEs difícil imaginar la vida de un niño sin poder jugar y correr. Que no pueda salir de su casa porque se quedó en cama debido a la inflamación y a la rigidez de sus articulaciones; o que deje de ir a la escuela porque simplemente no se puede mover debido a la artritis reumatoide juvenil.

Este padecimiento (también conocido como artritis crónica juvenil o artritis idiopática juvenil), se puede presentar desde los primeros meses de vida hasta los 16 años edad. “Es un grupo de enfermedades de curso y características diversas, cuyas manifestaciones propias son: inflamación de articulaciones, dolor, fiebre, limitación al movimiento y puede afectar sitios diferentes a las articulaciones como órganos o sistemas del cuerpo”, explica la doctora Alejandra Rosete Reyes, reumatóloga del Hospital Médica Sur.

Un mal discapacitante

El dolor que produce la artritis reumatoide juvenil puede ser tan intenso, que impacta directamente la calidad de vida del paciente, al grado de tener repercusiones en el estado anímico del niño; además de que la limitación funcional para realizar sus actividades cotidianas y el daño en la estructura ósea pueden afectar su crecimiento y deformar las articulaciones; es decir, es un mal discapacitante.

Según la Secretaría de Salud, en México esta enfermedad afecta alrededor de 80 y 90 niños por cada 100 mil menores, “se presenta en mayor medida en niñas de 10 y 12 años, pero las causas aún son desconocidas aunque se ha determinado que es una combinación de factores genéticos, inmunológicos y ambientales que interactúan originando inflamación crónica y puede llegar a afectar a otros órganos como ojos, piel, ganglios, hígado, bazo, etc.”, afirma la especialista.

Una detección a tiempo puede ayudar a controlar la artritis, por lo cual es muy importante que los padres pongan especial atención en los cambios físicos y de conducta que tiene su hijo, como pueden ser: dificultad para caminar o moverse; dolor, fiebre e hinchazón en articulaciones; cambios de humor e irritabilidad; aparición de salpullidos, fatiga, debilidad, pérdida de peso y apetito, entre otros.

iStockphoto/ThinkstockCuándo iniciar el tratamiento

De acuerdo a la reumatóloga Rosete Reyes, una manera de detectar alguna irregularidad temprana es tocar los sitios que le duelen al menor o que presentan inflamación, si los siente calientes, rojos o hay mayor dolor al contacto, deben acudir con el médico. Si persisten las molestias por más de 6 semanas, es conveniente buscar a un reumatólogo pediatra para confirmar un diagnóstico e iniciar un tratamiento.

La artritis reumatoide juvenil es un mal crónico que no tiene cura definitiva pero sí hay métodos para controlarla eficazmente. Actualmente existen “medicamentos que ayudan a disminuir las molestias como antiinflamatorios no esteroides y medicamentos que actúan directamente en el sistema inmunológico para limitar el daño estructural y la progresión de la enfermedad”.

Debido al impacto negativo que produce en la calidad de vida del paciente, es recomendable hacer un abordaje multidisciplinario incluyendo fisioterapia y rehabilitación; terapia ocupacional y terapia familiar, entre otras. Pero hay que ser concientes que siempre habrá temporadas estables y otras donde la enfermedad se active, requiriendo ajustes de medicamentos y tratamientos adicionales.

Un diagnóstico de artritis reumatoide juvenil siempre será difícil de digerir y aceptar, pero afortunadamente existen métodos para controlarla y mejorar la calidad de vida del enfermo. Sin embargo, no hay que olvidar que el apoyo familiar, el amor y la compresión son un elemento básico para sobreponerse al dolor y a las dificultades de la enfermedad.

Para saber más
http://kidshealth.org/teen/en_espanol/enfermedades/juv_rheumatoid_arthritis_esp.html
http://kidshealth.org/parent/en_espanol/medicos/jra_esp.html
Plan de acción contra la artritis
Millar, A. Lynn
Editorial Océano

El libro de la artritis reumatoide
Álvarez Lario Bonifcacio
Ediciones Díaz de Santos