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Toque de Mujer

El origen del deseo

¿A quién deseamos?
Desear a una persona del mismo sexo o de un sexo distinto no es cuestión de voluntad.
Esto es lo que sugieren los resultados de recientes investigaciones y estudios, aunque todavía no es posible afirmar categóricamente que la orientación sexual esté determinada por la programación genética.“Varón y hembra los creó [Dios]”  Génesis 1, 27. Aunque la mayoría de nosotros crecimos creyendo en dos categorías muy definidas, los hallazgos de la ciencia, aunque no concluyentes, así como los esfuerzos de la comunidad gay internacional por lograr visibilidad, lentamente han hecho mella en la sociedad, llevándonos a preguntar si en efecto, hay más de dos posibilidades…
¿Qué te hace ser hombre o mujer?

La respuesta más obvia, la anatomía, es aparentemente incompleta. Cada vez un mayor número de estudios reflejan que las diferencias entre hombre y mujer trascienden los órganos reproductivos y que el cerebro es un órgano sexual en pleno.
Es imposible saber si algún día la ciencia logrará desentrañar en qué medida las actitudes, formas de comunicarse y necesidades del hombre y de la mujer son producto del estrógeno o de la progesterona, de la programación neurológica o de dictados culturales.
En primera instancia, los genes determinan si un embrión desarrollará órganos reproductivos masculinos o femeninos. Al tiempo que el cerebro del feto se forma, el cuerpo está comenzando a producir estrógeno y progesterona.
Los circuitos neuronales dictan la manera en que estas hormonas se utilizarán en el hombre o la mujer.
Entre las teorías más sugerentes de los científicos se encuentra que la descarga de hormonas que ocurre en los primeros meses de vida quizás contribuya a organizar nuestras conductas y características sexuales, como sucede con otras especies. También se ha intentado determinar –hasta ahora sin conclusiones definitivas– si el cerebro de homosexuales y transexuales tiene circuitos diferentes, que hagan reaccionar de modo distinto a las hormonas.

Claves científicas
Extensas regiones de la corteza cerebral (la capa que desempeña gran parte del procesamiento de más alto nivel), son más gruesas en las mujeres que en los hombres. El hipocampo, donde se forman las memorias iniciales, ocupa una porción más amplia en el cerebro femenino. La tecnología de imágenes ha comenzado a demostrar que hombres y mujeres utilizan el cerebro en formas distintas, aun cuando desempeñan la misma tarea. Estudios en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) han encontrado diferencias en el comportamiento de las neuronas femeninas y masculinas, independientes de la influencia hormonal.

• Aunque en 1993, con gran escándalo de los medios, anunciaron el descubrimiento del “gen de la homosexualidad”, éste todavía no se ha encontrado. Los investigadores canadienses Ray Blanchard y Anthony F. Bogaert encontraron mayor incidencia de homosexualidad en hombres con hermanos mayores, independientemente de que se criaran juntos; esto sugiere que la homosexualidad sería efecto de un evento in-utero, como el nivel de testosterona presente antes del nacimiento. Todavía no es posible comprobar esta teoría.
• Los estudios respecto a la orientación sexual en gemelos han demostrado que la sexualidad tiene una fuerte influencia del medio ambiente.
• Hombres homosexuales y heterosexuales tienen niveles similares de testosterona.