El blanco y el negro presiden el colorido de la sala, sólo interrumpido por el intenso verde del pasto y de los árboles, que se asoman a través del gran ventanal del jardín. La mesa de centro y el banco de estilo tailandés, en madera oscura, nos evocan la reminiscencia étnica de esta casa. Únicamente dos pequeñas butacas en madera de estilo inglés brindan un sutil recuerdo del viejo continente.
Sobre un gran lienzo de pared blanca de la chimenea, han sido colgadas unas exóticas máscaras africanas muy livianas. Sobre la mesa de centro –de estilo tailandés– y dentro de la chimenea se colocó una serie de objetos decorativos arqueológicos y étnicos que inciden en el sabor exótico que preside la decoración de esta casa.
El hall de entrada a la casa tiene como único detalle decorativo una bella cruz rústica mexicana, de estilo popular, que combina a la perfección con el estilo predominantemente étnico de esta acogedora vivienda.
En el comedor han sido mezclados, con gran acierto, una sillería de estilo étnico-minimalista con una gran mesa tradicional, sobre la que se han colocado dos esbeltos candelabros de cristal. Sobre las paredes del fondo se combinan unos tibores mexicanos y un espejo tipo colonial con un cuadro abstracto, en tonos amarillo y ocre que dominan la gama cromática de esta elegante estancia.
Quizá uno de los lugares más agradables de esta casa, por la sensación de placidez que inspira, sea este porche del jardín, en donde el blanco y la madera forman una armoniosa combinación. Los preciosos tablones del suelo y el mobiliario nos vuelven a recordar la presencia del estilo étnico-minimalista de esta original casa.
En el baño de visitas, también de estilo minimalista, destaca fundamentalmente esta composición angular, en forma de triángulo, de la encimera del lavabo y del espejo, que permite agrandar el espacio mediante un ingenioso truco óptico.
