Muchas mujeres no nos damos cuenta del grave problema de salud que podemos tener si no detectamos a tiempo el estado de nuestros huesos. Sí… ésos que parecen tan fuertes y por lo mismo, pensamos que sólo pueden lastimarse si se fracturan por algún accidente o un movimiento realmente brusco. Pero algo tan sencillo como sostener una taza de café, no puede ocasionar problema alguno ¿o sí? Y esto es muy cierto, cuando hay una descalcificación, los huesos se debilitan, se vuelven tan frágiles que se fracturan con gran facilidad.
Los factores de riesgo
La osteoporosis es producida por factores de alto riesgo que no son modificables: antecedentes en la familia con este problema de salud, fracturas derivadas de la propia enfermedad, tener más de 50 años, ser mujer y de raza causcásica.
Los otros factores que sí podemos modificar son: tabaquismo, dieta baja en calcio, falta de ejercicio, medicamentos antiinflamatorios o para bajar de peso, consumo de alcohol, consumo de productos que contengan cafeína y refrescos de cola. El sedentarismo es un factor que favorece y acelera la pérdida de hueso.
Cómo detectarla
Lo más recomendable es realizarse un estudio llamado densitometría ósea, que a través de rayos X (dexa) ayuda a establecer la pérdida de calcio –2% – para poder compararla con la población general. Este estudio es de bajo costo y el médico es quien lo sugiere.
Por lo regular, la densitometría se practica en forma periférica: mano, antebrazo y talón. De encontrarse una descalcificación, será necesario proceder a un estudio central que se realiza específicamente en la columna y la cadera y que permite establecer el riesgo de fractura.
Otra alternativa es un estudio simple de rayos X, aunque éste requiere para reflejar resultados una pérdida del 30% del calcio en el hueso.
Prevenir y no lamentar
Al aumentar la expectativa de vida en la mujer, la osteoporosis está latente y se puede volver incapacitante, de allí la importancia de evitar el daño al que nos veremos expuestas en la edad adulta.
• Llevar una dieta rica en calcio con al menos dos raciones de leche al día (deslactosada es mejor), consumir yoghurt, crema y quesos frescos.
• Recurrir, bajo la supervisión médica, a suplementos de calcio, sobre todo en la menopausia. Una opción es el suplemento a base de carbonato de calcio de 600 mg cada 24 horas, para evitar problemas con el riñón, situación por la que la mujer abandona con frecuencia el tratamiento.
• La ingesta de vitamina D ayuda a la absorción y fijación de calcio, por eso se requiere de la exposición al sol para su activación, por lo menos 5 minutos al día.
Qué hacer
• Empezar una dieta adecuada en calcio.
• En los niños, hay que procurar la ingesta de alimentos con alto contenido en calcio, como la leche entera.
• En la menopausia, el médico es quien deberá establecer la medida de calcio que permita mantener la calidad de los huesos.
• Iniciar un tratamiento con medicamentos, como la terapia hormonal, que sólo el médico puede prescribir según los antecedentes y el diagnóstico de osteoporosis.
Las útiles recomendaciones
• Realizar ejercicio físico para estimular la formación de los huesos. Se sugiere caminar, escalar, andar en bicicleta, natación, pesas y gimnasia clásica.
• Analizar los factores de riesgo modificables y no modificables. Si se tienen más de dos puntos, se debe consultar al médico para un diagnóstico y buen tratamiento.