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Toque de Mujer

Cuándo regar el pasto

Cuidar el aspecto de tu jardín implica muchas cosas, desde cortar el pasto con frecuencia, abonarlo una vez al año, nutrirlo con nitrógeno cuando es necesario y evitar que las plagas lo invadan, hasta el simple hecho de regarlo para que no se seque.

Regar en exceso puede ser tan negativo para el pasto como no regarlo en lo absoluto.

El agua abundante puede llevarse consigo los nutrientes de los que se alimenta el césped y remover el oxígeno de la tierra. Cuando la tierra pierde oxigeno, las raíces se vuelven superficiales y a su vez esto promueve la proliferación de hierbas dañinas para el pasto… ¡Eso sin mencionar la cantidad de agua que se desperdiciaría! Así que antes de ceder a la tentación de la comodidad de los aspersores automáticos, piénsalo dos veces.

La mejor hora para regar el pasto.
Es temprano por la mañana (antes de las 9 am), que es cuando el césped realmente bebe la mayoría del agua. Hay quienes afirman que también se puede hacer durante la noche, pero al hacerlo así se promueve el desarrollo de hongos y otras enfermedades por la acumulación de la humedad. Hacerlo a medio día también está contraindicado pues el calor del sol quemaría el césped.

La frecuencia y la cantidad de agua con la que se debe regar.

Depende mucho de la zona y del clima. Existen lugares que son muy calientes pero húmedos, lo cual permite regar con menor frecuencia y cantidad de agua que en una zona desértica.

¿Cómo saber si el pasto necesita agua?
Písalo y si después de retirar el pie regresa, no necesita que lo riegues; si se queda aplastado, es momento de regar.

Al regar, hazlo despacio y a manera de lluvia.
De esta manera el agua penetra mejor en la tierra, esto promueve las raíces profundas y se utiliza sólo la cantidad de agua necesaria. Evita que se encharque; esto únicamente hace que las raíces se ahoguen y que se formen hongos.

Antes de regar…

Considera cuánta agua ha recibido tu jardín de manera natural, es decir cuánto ha llovido en la última semana. En épocas de sequía, procura regar sólo lo necesario para mantener el pasto con vida, pues regar para mantenerlo verde durante esta época sería una inconsciencia.

Permite que el pasto esté un poco largo.
Es decir no lo cortes tan al ras, esto ayuda a conservar la humedad en la tierra lo que permite que riegues con menor frecuencia y cantidad de agua.