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Toque de Mujer

¡Yo amo mi ropa!

Photodisc/Andrew Olney/Thinkstock

En nuestro clóset siempre hay prendas que forman parte de nuestras “favoritas”. Tal es nuestro amor por ellas que no queremos ni usarlas para que no se desgasten; pero esta no es la finalidad de una prenda bonita, el punto es usarla con gusto y cuidarla para que su tiempo de vida en nuestro clóset sea el máximo.

Para dar un excelente trato a tus prendas debes seguir las indicaciones de lavado, secado y planchado, de acuerdo al tejido que estás tratando; esto le asegurará una excelente y larga duración.

Lavado:
Lo mejor para tu ropa es mantenerla lejos de las cosas que la puedan ensuciar. Pero si es inevitable y una macha ya se encuentra alojada en el tejido, debes recurrir al lavado. Si es una macha rebelde, mejor déjala a los expertos.

• En lavadora
Antes de introducir las prendas no olvides vaciar los bolsillos, desabrochar los botones y levantar los cuellos. Después programa el ciclo adecuado, ya sea uno de mayor o menor énfasis dependiendo del tipo de tejido que introduzcas. Nunca elijas la temperara máxima del agua, ni llenes en exceso la lavadora.

• A mano
Este proceso es para prendas muy delicadas, que si se llegarán a meter en la lavadora, no resistirían el ciclo de lavado. Por ser prendas sensibles es posible que las primeras veces que las laves desprendan un poco de color, por lo que es recomendable que las laves por separado de las demás.

Primero deja que el jabón o detergente se mezcle perfectamente con el agua, después introduce la prenda, trata de no frotarla. Sumérgela en el jabón varias veces, exprímela con suavidad y enjuágala hasta que no queden rastros de jabón.

Lejía:
Este proceso se utiliza sólo si tu prenda lo indica. Debes mezclar este componente sólo en frío y a durante una hora como máximo. Recuerda no poner la mezcla en recipientes de hierro, cobre o latón.

Secado:
iStockphoto/ThinkstockNo expongas tus prendas directamente al sol ni a fuertes vientos. Si las colocas en un tendedero que se encuentra en el interior, procura que exista una corriente, ya que de no haberla la ropa podría adquirir un mal olor.

Cuando se trata de tejidos de punto, lo mejor es colocarlos encima de una toalla de forma horizontal. Recuerda no colgarlas, no ponerlas al sol, ni a algún tipo de calefacción. Si tu prenda tiende a deformarse, estírala para que al secar recupere su forma original.

Planchado:
Humedece tus prendas antes de plancharlas. Clasifícalas y comienza por las que requieran menor temperatura (revisa las instrucciones de la etiqueta para conocer la temperatura de planchado). Si en tu plancha quedaron restos de algún tejido, puedes eliminarlos con un trapo húmedo antes de que ésta se enfríe.