

La mayoría de los hombres y las mujeres con hipertensión controlada o que han sufrido un ataque cardiaco sin complicaciones pueden practicar con seguridad el sexo y ser tratados por disfunción sexual bajo la aprobación de su médico.
En general, los pacientes que pueden disfrutar el sexo son: quienes no experimentan ningún síntoma de su enfermedad, quienes tienen hipertensión controlada por medicamentos o quienes tienen angina moderada.
Los individuos que han superado con éxito un tratamiento para males cardiacos como una angioplastia o un ataque cardiaco antiguo sin complicaciones, también se hallan dentro del grupo de bajo riesgo. Ahora sí, ¡a disfrutar!