
El cerebro es uno de los órganos más importantes en el desempeño del ser humano. Una de sus funciones es almacenar la información y llevarla a la mente cada vez que es necesario. Este proceso inicia desde la infancia y se fortalece a lo largo de los años, de ahí la importancia de “alimentarlo” con información frecuentemente.
Andrea Gómez, neuróloga de la UNAM, explica que para agilizar la memoria de los niños, existen técnicas divertidas y atractivas:
“Para lograr los mejores resultados, sobre todo a nivel escolar, hay que evitar la técnica de la repetición, ya que la clave para que un conocimiento perdure almacenado en la memoria es el razonamiento. Cuando un niño entiende lo que se le trata de enseñar, es muy sencillo que lo retenga en su memoria de largo plazo. Lo mismo ocurre con los conocimientos que adquiere en el día a día, en la medida que le resulten interesantes y entienda su significado podrá mantenerlos vivos”.
Ayuda a tu hijo a ejercitar su memoria
Cuando se le obliga a memorizar, por ejemplo, una lección escolar, es posible que la retenga en su memoria de corto plazo, no obstante, la olvidará al paso de los días, aunque es posible que pueda recuperar algunos conocimientos si hace un repaso constante de lo aprendido.
Un punto que la especialista considera importante diferenciar es la memoria y la inteligencia:
“Aunque existe una estrecha relación en el hecho de que un niño tenga buena memoria con el grado de inteligencia, no hablamos de lo mismo. La memoria sirve para almacenar información, mientras que la inteligencia es de utilidad para identificar situaciones y resolverlas. Sin embargo, es importante que tratemos de motivar ambas capacidades”.
Para construirlas se debe motivar al niño para que formule preguntas
Éste es el método más eficiente para lograr una memoria de 10, ya que a través de ellas es sencillo que detecte si tiene lagunas de información, y entre más preguntas se haga, tendrá más datos que podrá recordar con mayor facilidad.
También es recomendable tomar en cuenta otros aspectos, como por ejemplo: procurar que duerma por lo menos ocho horas; este punto es primordial, ya que una de las funciones del sueño es proteger a las células cerebrales. Además, hay que procurarles una dieta balanceada que incluya proteínas.
También nútrelo de buenos recuerdos
Hablar de aprendizajes no es solamente aquellos que podamos adquirir a través de los libros o del estudio, también la parte vivencial es de vital importancia. Cada experiencia que tu hijo vive a tu lado se queda grabada en su memoria, por ello debes procurar ser cuidadosa cuando te diriges a él, en la forma en que actúas y los mensajes que le trasmites, ya que todo esto formará parte de su acervo personal.
En esta tarea puedes realizar algunos ejercicio que serán de gran utilidad
Cuando lo lleves a museos o a conocer alguna zona de la ciudad, trata de ligar la experiencia con algo que para él sea fácil de recordar, por ejemplo, puedes decirle: “cuando era pequeña el abuelo solía traerme a este parque; recuerdo que me compraba burbujas de jabón y mientras él les soplaba, tus tíos y yo corríamos tras ellas para tratar de sujetarlas”, y puedes repetir la escena ahora con él.
Ayudar al niño en esta gran tarea de agilizar la memoria, es una oportunidad para aprender juntos y ejercitarse. Además, esta labor tendrá un plus: establecer lazos de comunicación y propiciar el conocimiento sobre la personalidad del pequeño, lo cual será una buena estrategia para conocer sus inquietudes y sueños.