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Toque de Mujer

Aprende a broncearte

Hace años, broncearse era lo más sencillo del mundo: bastaba con dormir un rato bajo los rayos del sol, protegidas cuando mucho por un bronceador casero adquirido en la playa. Con las revelaciones de los profundos daños y graves enfermedades que esta conducta provoca, ¡hoy no lo haríamos ni por ganar una apuesta!Polka Dot Images/thinkstock En realidad es sencillo lucir una piel bronceada y hermosa, pero que al mismo tiempo se conserve saludable. Te presentamos lo que necesitas saber para que, al regreso de tus vacaciones, te pregunten dónde adquiriste ese color.
Si quieres que tu bronceado sea parejo, hermoso y duradero, necesitas tomar cuidados antes, durante y después de tu exposición al sol. Aquí tienes los más importantes.

Antes del sol
•    Exfolia tu cuerpo antes de salir de vacaciones. Como quedarán células vivas y sanas en la superficie de tu piel, tu bronceado durará más tiempo.
•    La gran pregunta: ¿cuánto bloqueador o bronceador debes aplicar? Lo más que puedas. Según los expertos, una botella de producto no debe durarte más de 2 años (todavía menos si te asoleas con frecuencia).
•    Tu piel debe estar lo más limpia posible cuando apliques el producto. Cubre también tu cuello, tu pecho, tu escote y tus manos.
•    No te maquilles, perfumes ni apliques productos que tengan alcohol antes de asolearte. Tu piel podría mancharse.
•    La piel de tus labios es muy frágil: no puede broncearse, pero sí resecarse. Aplícate un protector especial para tus labios.
•    Aplica el producto 30 minutos antes de asolearte. Tu piel lo habrá absorbido para cuando empieces tu exposición.

Mientras te bronceas
• Trata de no asolearte entre las 12 y las 4 de la tarde. Durante ese tiempo, los rayos del sol llegan con más fuerza a la Tierra.
•  Los primeros días, asoléate en lapsos de 15 minutos. Podrás alargarlos cuando tu piel esté más dorada y, por tanto, se haya vuelto más resistente.
•  Tu piel está perdiendo humedad; bebe agua para mantenerla humectada.
•  Reaplica tu producto cada hora, después de nadar, si estás sudando mucho o si el envase indica algo en especial. Recuerda aplicarlo en tu cuero cabelludo, pues también puede quemarse.
•  Si deseas obtener un bronceado más uniforme, no dejes que el sol caiga sobre ti siempre de la misma manera. Camina y ejercítate.
•  El agua salada puede causarte quemaduras. Si nadas en el mar, date un baño rápido antes de reaplicar el producto y volver a asolearte.

Después de asolearte
•  Date un baño con agua tibia para cerrar los poros. Si no implica un cambio de temperatura demasiado brusco para ti, hazlo rápidamente con agua fría.
•  Adquiere productos especiales para después de broncearte. Ayudarán a que el color dure más tiempo. Otra alternativa es preparar un té de manzanilla, enjuagar tu piel con él y dejarlo secar al aire.

El sol y tus genes
Si te has preguntado por qué hay personas que se broncean con gran facilidad, mientras que otras solamente se queman, esta diferencia depende en gran parte de tus genes. Tu piel tiene cierta fotosensibilidad; en otras palabras, una sensibilidad determinada a los rayos del sol. Saber cuál es tu tipo de piel te ayudará a elegir un protector con el Factor de Protección Solar (o SPF) más indicado para evitar quemaduras y envejecimiento prematuro.


Tipo de piel           Cómo es                                                                             Tono    SPF mínimo     

I                     Siempre se quema, nunca se broncea.                                 Clara    15
II                    Se quema fácilmente, se broncea un poco.                                        15
III                   Primero se quema, luego se broncea uniformemente.    Media     15
IV                  Se quema muy poco, se broncea bien.                                                 10
V                   Casi nunca se quema, se broncea intensamente.                              8
VI                  Nunca se quema, sólo se oscurece un poco.                     Oscura    6

Nota: El SPF indica cuántas veces puedes exponerte al sol en comparación al tiempo que podrías hacerlo sin usarlo. Por ejemplo, un SPF 6 te permite asolearte seis veces más antes de que tu piel se dore (o queme, según el caso).

¿Cuál producto usar?
Sí existen diferencias entre usar un bloqueador solar, un protector (o filtro) solar y un bronceador. Las principales son:
Bloqueadores: como su nombre indica, impiden el paso de los rayos del sol a tu piel. Ofrecen protección máxima, pero bronceado mínimo.
Protectores (Filtros): permiten el paso de algunos rayos del sol y con ello, que se broncee, pero impiden que se queme.
Bronceadores: contienen pigmentos que intensifican el tono de tu piel. Aceleran el bronceado y ayudan a que tu piel se mantenga humectada. Tu piel es más propensa a quemarse dependiendo de su tipo.