Cuando los padres reciben a un bebé en su hogar, sus primeras impresiones giran en torno a que este nuevo integrante de la familia es un ser pequeño y frágil, al que deben proteger al máximo.
Cuidados especiales
Aunque los bebés son mucho más fuertes de lo que imaginamos, es necesario brindarles cuidados especiales para evitar complicaciones en el futuro. Estos son algunos de ellos:
- Los baños deben realizarse diariamente con un limpiador suave y sin tallar. En el caso de los recién nacidos, éstos deberán ser breves y evitar mantener sumergido al pequeño por más de 15 segundos.
- El agua debe tener una temperatura de 30 a 32º C y la temperatura ambiental debe estar entre los 24 y los 26º C.
- No se deben usar jabones perfumados o espumas para baño, ya que estas podrían favorecer a la presencia de irritaciones y resequedad en la piel.
- Es necesario quitar el exceso de agua con una toalla y secar perfectamente los pliegues. Se recomienda aplicar una crema blanca humectante con la piel húmeda.
- El área del pañal requiere de cuidado especial, es decir, los cambios deben ser frecuentes, ya que la humedad y las heces fecales son muy irritantes y ácidas. Se recomienda aplicar una pasta protectora y reparadora para evitar las rozaduras, en cada cambio de pañal.
- Procura no abusar del uso de calefacción o ventilación, pues podrían resecar la piel.
- En la ropa, se debe evitar el uso de fibras sintéticas, de preferencia ponle prendas de algodón e hilo en las áreas que tengan contacto con la piel.
En caso de que tu bebé presente cualquier picazón o alteración en su piel, es necesario que acudas con un dermatólogo para descartar cualquier alergia.
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