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Toque de Mujer

Deporte y discapacidad

El deporte crea triunfadores. Federico sabe que así es. Él recuerda que alternó su etapa de infancia entre sus estudios de primaria y secundaria con las entradas y salidas constantes del hospital pediátrico donde enfrentó varias cirugías y periodos de rehabilitación para corregir un problema congénito (de nacimiento) en la pierna derecha. Su mamá y abuelitos maternos estuvieron a su lado e hicieron más fácil el proceso. Fede, como le dicen en casa, nunca estuvo solo.

Él cuenta que una frase de su médico tratante marcaría su vida. “Cuando por fin me dieron de alta, ya había cumplido 16 años, y nunca olvidaré las palabras que el doctor dirigió a mi madre en ese momento: ‘Federico no puede practicar deportes, porque el riesgo de una fractura es alto y eso sería fatal’. Pero mi ortopedista hizo una excepción: ‘Sólo puede hacer natación, porque es una actividad que no lo perjudicará y, por el contrario, le ayudará a fortalecer su sistema músculo-esquelético’. Me aferré a esa idea y decidí nadar”.

“La práctica de un deporte debe ser una etapa complementaria e indispensable en los procesos de rehabilitación”, dice Roberto Uribe, director general del Centro de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT) Estado de México, y puntualiza: “La actividad física no solamente incluye beneficios a nivel orgánico, sino que facilita la integración social, incrementa la autoestima y promueve la superación personal en niños, jóvenes y adultos que han enfrentado eventos difíciles y que tal vez se sienten inseguros, debido al propio proceso de tratamientos e incluso cirugías por el que han pasado”.

El deporte cambia la vida de cualquier persona y abre panoramas


El especialista señala al respecto: “Cuando existe alguna discapacidad, sobre todo si es adquirida, una persona puede pensar que no volverá a hacer una actividad física. Sin embargo, cuando se le incorpora a alguna disciplina deportiva empieza a sacudirse los esquemas de: ‘No puedo’, ‘no quiero’ o ‘no me sale’. Quien atraviesa por un proceso de rehabilitación necesita esforzarse para salir adelante. Pero este esfuerzo se transforma en un reto divertido cuando se descubren las recompensas invaluables que trae consigo la práctica de un deporte: socialización, una mayor autoestima y mejoría en la percepción ante los retos cotidianos”.

La actividad física disciplinada beneficia diferentes sistemas del organismo: el aparato respiratorio, el aparato cardiovascular y el aparato osteoarticular y muscular. La práctica deportiva mejora, por ejemplo, la mecánica de la respiración, porque hay un mayor volumen de oxigenación. Asimismo, ayuda para mantener una adecuada frecuencia cardiaca y optimizar el bombeo de sangre al corazón. Y, por supuesto, fortalece huesos y músculos. De la misma forma, reduce el estrés y mejora el estado anímico.

No hay límites

El doctor Roberto Uribe revela que el deporte ideal para personas con discapacidad depende directamente de la afección y habilidades de cada individuo. También es necesario considerar en cada caso el momento psicológico de adaptación y aceptación de una condición determinada.
“Sin embargo, en México existen actividades específicas para personas con parálisis cerebral, con lesión medular o con discapacidad motora o intelectual. Ellos pueden practicar atletismo, en sus modalidades de pista y campo, carreras en silla de ruedas o salto de altura, natación o levantamiento de pesas, también en nuestro país se incluyen algunos deportes invernales y otros acuáticos, como el sky en agua, así como el rugby en silla de ruedas”.

Federico reconoce que en su tiempo de infancia hubo momentos de sufrimiento, preocupación y tristeza. “Pero la natación me hizo fuerte, me hizo grande y me hizo comprender que todo es posible. Nadé mucho y sigo nadando. Voy a nadar hasta que el agua me harte, pero no creo que eso pase, porque hoy sé que tengo un romance con ella”.

Más información:
www.deporte.org.mx