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Toque de Mujer

Vitaminas para cada zona

Son tan buenos para nuestro organismo (si se utilizan junto con una dieta balanceada) que los científicos investigan cada vez más sus cualidades. A continuación encontrarás los principales suplementos alimenticios para cada parte o sistema del cuerpo.

Directo al corazón
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Ácidos grasos Omega-3 y 6. Las grasas son muy útiles para el organismo, por ello es importante que estén presentes en el cuerpo en cantidades apropiadas. Los componentes básicos de las grasas son los ácidos grasos. Entre ellos existe una variedad de sustancias que se conocen como Omega-3 y 6. Los ácidos grasos Omega se encuentran dentro del grupo de los denominados esenciales por la razón de que el propio cuerpo humano no los produce. Esto significa que deben ser ingeridos a través de una alimentación adecuada.

Los ácidos grasos Omega-3 y Omega-6
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Son grasas poliinsaturadas que aparecen como aceites y se encuentran en altas concentraciones en los pescados, y en menor proporción, en semillas y aceites vegetales como lino, soya, calabaza y nueces. Coenzima Q10. Esta coenzima posee cualidades antioxidantes que frenan los procesos de degeneración de nuestras células y, por lo tanto, contribuye eficazmente a retrasar el proceso de envejecimiento. La coenzima Q10 aporta la energía que necesitan tus células a través de las mitocondrias, lugar donde se encuentra la “central energética” de cada unidad celular.

Ácidos grasos omega-3.
Tres estudios independientes realizados simultáneamente en Noruega, Holanda y Nueva Zelanda en la American Journal of Clinical Nutrition demostraron que ingerir pescado rico en ácidos grasos Omega-3 puede ayudar a mejorar la salud cerebral en personas mayores de 60 años. El hecho de que, a pesar de haber cumplido 60 años, podamos seguir un estilo de vida saludable y seamos capaces de mejorar nuestras capacidades mentales gracias al Omega-3, es fantástico.

Ácido fólico.
El ácido fólico es un compuesto sintético del folato, un tipo de vitamina B que se encuentra en los vegetales de hojas verdes, la levadura, el hígado, los frijoles y algunas frutas. Habitualmente, los médicos aconsejan a las mujeres tomar ácido fólico antes de la concepción y durante los primeros meses de embarazo para prevenir malformaciones, como la espina bífida. Investigadores de la Universidad de Wageningen en Holanda, descubrieron que tomar ácido fólico mejora el rendimiento cerebral de los adultos mayores y que podría ayudar a reducir el riesgo de padecer demencia.

Vitaminas C y E.
Estos antioxidantes, ayudan a combatir las enfermedades al proteger del daño a las células del cuerpo. Estas vitaminas se encuentran naturalmente en diversas frutas, verduras, granos, legumbres y nueces.

¡Arriba el ánimo!
Complejo B. Incluye a las vitaminas B1,B2, B3, B5, B6, B8, B9 y B12, las cuales son clasificadas como hidrosolubles debido a que tienen la capacidad de disolverse en agua. Los complejos de vitamina B son esenciales para mantener en buen estado las funciones del cerebro y la presión sanguínea. Las vitaminas B son coenzimas activas en la producción de la energía y ayudan con el estrés, con el balance emocional y con el estado de ánimo. Esto las hace ideales para controlar la depresión, irritabilidad, agotamiento, pérdida de memoria y concentración. El cuerpo no produce las vitaminas B, por lo cual, éstas deben tomarse diariamente a través de la dieta o de suplementos alimenticios.

Ginseng siberiano.
Una de sus muchas particularidades es que fortalece la respuesta del cuerpo ante la ansiedad. No sólo ayuda a superar el estrés diario, sino que también previene enfermedades, como la fatiga crónica; además, puede incrementar el desempeño mental y físico. Tiene estos efectos debido a que es un adaptógeno; o sea que ayuda al organismo a combatir los efectos relacionados con factores de estrés, fortalece el sistema inmune y baja el azúcar a niveles mínimos. Está disponible en extractos líquidos, extractos sólidos, polvos, cápsulas, y tabletas, y como cortes de raíz deshidratada para té.