Los preparativos para el nacimiento de tu bebé no se detienen, pero antes de que continúes con tus interminables labores, detente un momento para reflexionar sobre un aspecto que probablemente has dejado pasar por alto, pero que debe considerarse dentro de los preparativos básicos de la llegada de un bebé: la colecta de sangre del cordón umbilical.
La sangre de cordón puede contribuir a recuperar la salud no sólo de tu hijo, sino también de familiares cercanos, como padres o hermanos. Y en un futuro, se espera que se puedan curar también padecimientos crónico-degenerativos del tipo de la diabetes mellitus, el Alzheimer, el mal de Parkinson o daño cerebral.
Un pase para la salud
El cordón umbilical es desde su origen un transmisor de vida, pues a través de él un bebé dentro del vientre materno puede alimentarse y consumir todos los nutrientes que requiere para vivir en tanto la gestación llega a su fin. Pero aún después de haber cumplido con su objetivo, es un dador de vida, ya que la sangre que contiene es muy basta en células que son de gran valor para la salud del ser humano. Éstas se conocen como células estaminales hemopoyéticas o células madre, las cuales se pueden encontrar también en la médula ósea y su función consiste en formar los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas de la sangre, de ahí que el trasplante de éstas pueda ser vital en padecimientos como la leucemia.
Las células madre son una especie de llave maestra capaz de producir todas y cada una de las células que se producen en el cuerpo. Se generan en la médula ósea y en la sangre que circula por todo el organismo. Pero lo que hace diferente a las que se producen en el cordón umbilical es que se reproducen con mayor facilidad y tienen la cualidad de que pueden ser compatibles con todos los miembros de una misma familia y esto es muy benéfico.
Todo lo que debes saber
La recolección de la sangre del cordón umbilical es muy sencilla y no causará ningún dolor o molestia a tu bebé. Una vez que has tomado la decisión de conservarla, deberás acudir a un banco de cordón umbilical a fin de que te den toda la información que consideres necesaria, resuelvas tus dudas y te entreguen el kit de almacenamiento.
Aunque no hay un momento determinado para definir si se dará o no este paso, es necesario que se haga lo antes posible para que se tomen las previsiones necesarias, ya que se debe capacitar al médico que atenderá el parto para que se encargue de guardar la sangre. Este proceso es muy sencillo, y consiste en que una vez que ha na
cido el niño, se separa del cordón umbilical y con una aguja se extrae la sangre del mismo, posteriormente se coloca en una bolsa especial para su conservación, la cual debe estar perfectamente esterilizada y con un anticoagulante.
Esta labor comúnmente la realiza el ginecólogo y luego se da aviso al banco para que recoja la bolsa.
El banco de cordón umbilical, con el que hayas contratado el servicio se encargará de darle el tratamiento adecuado, en este sentido no debes de olvidar que el aviso de que tu hijo ha nacido se debe dar de inmediato, pues la sangre debe ser procesada antes de 48 horas después del parto.
Los especialistas hacen una separación de las células madre, se les da un tratamiento de protección y son sometidas a un proceso de precongelación, el cual les permitirá mantenerse almacenadas en un tanque criogénico que mantiene una temperatura de –195°C, donde permanecerá hasta que sean requeridas. Vale la pena señalar que pueden conservarse en buenas condiciones durante muchos años.
Después de realizado este tratamiento de conservación, pasarán unas pocas semanas antes de que recibas el reporte de la fecha en que fue procesado, el número de células madres que se lograron almacenar, el porcentaje de recuperación celular y el número de expediente bajo el cual se han guardado. Este deberás tenerlo muy presente, ya que de llegar a requerirlas, te será solicitado.
Motivos de sobra para almacenarlas
La vida y la salud de tus seres queridos, sobre todo cuando hablamos de los hijos, no tiene precio. Es común escuchar entre los futuros padres: “no importa si es niño o niña, lo importante es que nazca sano”, y aunque siempre es afortunado verlos nacer bellos, inteligentes y sanos, cualquier ser humano está expuesto a desarrollar alguna enfermedad que para su tratamiento requiera del uso de células madre.
La prevención es siempre la mejor compañera y los beneficios de guardar las células madre pueden salvar incluso la vida. Se piensa que éstas únicamente pueden ser utilizadas por el propietario directo, es decir, por el pequeño recién nacido, pero no es así, ya que estas células tienen una peculiaridad biológica única que les permite proliferar de una manera muy rápida, por lo que existe mayor probabilidad de que sean compatibles entre hermanos hasta en un 25 por ciento.
Los beneficios futuros de las células madre
La información que se posee hasta el momento es muy prometedora, pues se sabe que pueden ser una excelente opción para el tratamiento de diversos tipos de cáncer y de enfermedades crónico degenerativas, como: • Cáncer de mama • Cáncer de células pequeñas de pulmón • Cáncer de testículo • Tumores primarios cerebrales • Cáncer de ovario • Mal de Parkinson • Diabetes mellitus • Alzheimer • Artritis reumatoide • Regeneración de tejidos (cardiacos, pancreáticos, nervioso, de córnea y hepático) • SIDA.