La duda acerca de que si el amor nace para todos es más común de lo que parece, como también lo es el hecho de que cualquier persona tiene acceso a él, simplemente es necesario entender que éste no se reduce solamente al que se da o se recibe de una pareja, sino que se manifiesta en cada una de las actividades que realizamos cotidianamente, en quienes nos rodean y en el hecho de disfrutar un día más de vida.
Recibe este sentimiento
Cuando nos damos tiempo para descubrir la presencia del amor, nos podemos dar cuenta que aún cuando la situación se dibuje desafortunada hay una muestra de él, quizá por no considerarla suficiente preferimos devaluarla al grado de pensar y expresar que nadie nos quiere. Sentir que en nuestra vida no está la presencia del amor afecta de tal manera que uno asume una actitud negativa en la que se rechaza todo y a todos los que parezcan no compartir esta experiencia. En este sentido se refleja una transformación que no solamente impacta en el carácter y la manera de pensar de una persona, sino también en el rostro y la mirada.
Un proverbio reza “El amor y el dinero no se pueden ocultar”. Nada más cercano a la realidad pues quien lo experimenta va por la vida con una actitud distinta que desencadena eventos prósperos y bien logrados. Por ejemplo, una mujer que creció rodeada de cariño y cuidado por parte de sus padres y hermanos responderá de la misma manera y será capaz de establecer relaciones afectivas sólidas. Como consecuencia tendrá una autoestima alta que se reflejará en el trato que tenga hacia otras personas, en la forma en que desarrolla su trabajo, enfrenta los éxitos y las situaciones desafortunadas. El resultado será una persona feliz.
¿Se encuentra en todos lados?
Desde el momento en que abrimos los ojos a una nueva jornada se presenta la oportunidad de expresarlo: darle un beso a tu pareja, arropar a tus hijos para que duerman 10 minutos más, mirarte al espejo y valorar las cualidades exteriores e interiores que tienes son algunos de los motivos con los que puedes dar y sentir el amor.
Cuando alguien nos lastimó, agredió o no entendió nuestro cariño puede provocar sentimientos de ira o cólera, muy lejanos a la idea del amor. No obstante, algunas alternativas para mirar con otros ojos nuestras circunstancias y poderle dar cabida a este sentimiento, son:
· El perdón es la muestra más grande de amor al prójimo y a uno mismo. Aunque no es un proceso fácil, vale la pena adentrarse a ese camino.
· Mirar por un momento a través de los ojos de los otros, nos permitirá entender muchas de sus actitudes. De esta manera, al no ejecutar un juicio nuestra respuesta hacia esa persona será mejor pensada.
· Aún cuando un empleo no cumpla plenamente con nuestras expectativas, es importante valorar los beneficios que nos aporta no sólo desde el punto de vista económico, además en el sentido de poder sentirnos útiles.
· No des por hecho que tus seres queridos saben que los amas, aprovecha cualquier oportunidad para recordárselos.
· Enseña a tus hijos la importancia de expresar sus sentimientos, ya que así serán capaces de amar sin limitaciones.
Amor = plenitud
En cada aspecto de la vida, el amor juega un papel primordial que nos hace ejecutar mejor nuestras acciones, fortalecer y crear nuevos lazos afectivos. Pero más allá de estos beneficios, verás que una persona que siente y actúa conforme al amor es responsable, solidaria, respetuosa, comprometida, pacífica, ordenada y además, imprime el sello del amor en todo lo que hace.
Todas las personas tiene un sueño en común: lograr un mundo mejor. Esto es posible cuando generamos cambios en nosotras mismas y empezamos a dar el primer paso para continuar con quienes nos rodean. Date la oportunidad de ser el inicio de una nueva historia y de experimentar la gran satisfacción de sentirte plena y feliz cuando brindes una respuesta positiva, de esperanza o de consuelo a otro individuo. Así, de manera casi mágica notarás cambios sustanciales en tu vida.